Blu sigue alejado del circuito de los murales, su dinero fácil y sus oscuras implicaciones. Sigue trabajando por su cuenta, involucrándose en proyectos muy comprometidos y de presupuesto cero.
Ayer publicaba esta obra producida en una fábrica ocupada de Ljubljana, Eslovenia, que está resistiendo fuertes intentos de desalojo.
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