La Alcaldía de Cuauhtémoc, que forma parte de la Ciudad de México, ha ordenado recientemente eliminar los multicolores rótulos populares que identificaban la multitud de puestos informales callejeros de la zona. Estos puestos, en su mayoría de comida, son muy comunes tanto en México como en muchos otros países de Hispanoamérica y Asia, y permiten la subsistencia diaria a una enorme cantidad de trabajadores independientes.
Este tipo de rótulos ejecutados a mano son toda una forma de arte. Son parte de lo que, desde el mundo del diseño gráfico, se dio en llamar “gráfica popular” (“vernacular graphics”). Y son además una de las vías de trabajo de los rotulistas manuales populares, un gremio aún muy vivo en los países empobrecidos pero extinguido hace ya tiempo en la mayor parte de Europa y Estados Unidos.
La rotulación manual se ha mantenido principalmente en Gran Bretaña, en particular en los pubs. La práctica se ha caracterizado allí siempre por una fina calidad, muy lejos de la explosión de color e ingenuidad de las calles mexicanas. El ejemplo británico ha inspirado en años recientes cierta recuperación de la práctica en otros países enriquecidos, aunque no como un recurso barato para negocios humildes, sino como un signo de distinción para la hostelería cara.
Hace unos veinte años se dio un enorme interés por la gráfica popular en el mundo del diseño gráfico, y México fue el país más estudiado. Por entonces apareció el libro “Sensacional de diseno mexicano”, que recopila imágenes de esta forma de arte y fue acompañado de una interesante serie de documentales. Este es el primero de la serie:
La rotulación popular forma una importante parte de la identidad de México. En este post publicado hace unos meses observábamos las “bardas sonideras”, una de sus formas más visibles y más cercanas al graffiti. La relevancia de la gráfica popular en México convierte la arbitraria eliminación perpetrada en Cuauhtémoc en una verdadera tragedia cultural, que ha producido reacciones de rechazo e indignación. Las cuentas de Instagram re.chida y pinturafresca.mx (de donde proceden las imágenes que ilustran este texto) se han convertido en los focos de esta reacción.
Este artículo publicado anteayer en un medio mexicano habla en detalle sobre el asunto. En este otro texto se menciona la gentrificación como causa de la desaparición de los rótulos, cosa que encaja demasiado como para no ser verdad. Muy probablemente hay interés en hacer desaparecer los puestos informales, esa forma de auto-empleo que hace competencia a la hostelería más oficial. Por no hablar del evidente interés que hay en todos lados en machacar cualquier forma de auto-empleo.
Sorprende quizá que, como reporta el segundo artículo, ya en décadas pasadas haya habido campañas de borrado de rótulos populares. Se puede entender que el gobierno haya podido tener allí, desde hace tiempo, un interés por hacer que la calle tenga una apariencia más “civilizada”. Aunque se puede suponer que ya entonces hubiera interés en atacar ciertos sectores comerciales populares para eliminar competencia a otros más cercanos al poder.
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