Los modos de hacer de artistas como Sebastião Salgado, habitualmente criticados como “estetización de la pobreza” son habituales en el arte urbano. Es incluso habitual llevarlos más allá, cuando los artistas usan la miseria de favelas y slums no solo como objeto de contemplación, sino también como soporte de la obra propia.

Estos proyectos suelen plantearse como mejoras del entorno. La crítica que surge en seguida, sin embargo, es hasta qué punto se puede mejorar el entorno con imágenes y palabras demagógicas. Cuando no se plantea pregunta alguna acerca de las causas de la situación, pero hay un claro interés en la producción de atractivos vídeos que documenten el proyecto, parece que estamos ante una evolución de la estetización de la pobreza que podríamos llamar “pornografía de la caridad”.

Un ejemplo de esta corriente puede ser el colectivo Outsiders Krew, que en cuatro vídeos nos narran sus trabajos en cuatro barrios de chabolas de tres continentes distintos. El proyecto consiste en pintar palabras elegidas por los habitantes de las casas. Eso sí: “no politics”.