La semana que viene estará disponible una versión beta del juego Kingspray Graffiti Simulator VR. Se trata de un simulador de realidad virtual que permite pintar en la pared con aerosol. La forma en que el juego replica el comportamiento del aerosol según la distancia de la pared y la velocidad de uso parece de un realismo asombroso, a juzgar por los vídeos promocionales que vienen publicándose en los últimos meses.
A menudo me encuentro explicando cómo el graffiti se ha ido transformando de experiencia en producto. Es un tema clave para entender el fenómeno, y ocupa de hecho una clase entera en mis seminarios. Los factores que más han contribuido a esta transformación han sido los medios especializados y el mercado especializado.
Para aprender acerca del graffiti ya no es necesario explorar la ciudad durante días buscando pintadas que observar y estudiar. Y para practicar el graffiti ya no es necesario atravesar barrios enteros buscando tiendas en las que hurtar la pintura, ni es necesario aprender a trucar aerosoles y rotuladores. Gracias a los productos especializados para el graffiti, y a la abundancia de webs y publicaciones, es posible saltarse esa experiencia, y sustituirla por el consumo de productos.
Esta transformación en producto de lo que fue una experiencia es lo que los situacionistas llamaron espectacularización. En el proceso de espectacularización del graffiti, Kingspray Graffiti Simulator VR puede considerarse el capítulo final.
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