taki 183

Taki 183, años después de haber abandonado el graffiti, posando para el recuerdo.

Las historiografías del graffiti suelen afirmar que el adolescente de origen griego Taki 183 fue el primer escritor de graffiti de Nueva York, y que fue su ejemplo el que provocó el nacimiento del movimiento. Esta es, sin embargo, una gran simplificación.

Es cierto que Taki fue el protagonista del artículo publicado en el New York Times en 1971 que provocó la explosión inicial del graffiti, pero estaba lejos de ser un pionero solitario. Era uno de muchos niños y adolescentes que en esos años comenzaban a dar forma a la práctica del graffiti. Y a esa práctica, además, no le faltaban antecedentes históricos.

Según narra Joe Austin en su imprescindible libro Taking the train, Taki protagonizó el influyente artículo por una curiosa serie de causas:

Taki trabajaba de mensajero, y eso le daba la oportunidad de escribir a lo largo de sus rutas de reparto, en zonas en las que su nombre estaba muy a la vista de la élite de la ciudad

[…]. Taki concentró su trabajo en el Upper East Side y en las zonas de negocios de Manhattan, el territorio de novelistas, periodistas, ejecutivos de la televisión, y otros profesionales de los medios de comunicación, que podían ver su firma y mencionarla en algún medio.

En cualquier caso, la práctica no era del todo nueva. Como es sabido, en Filadelfia ocurría algo muy parecido ya en la segunda mitad de los sesenta, aunque allí la costumbre se desarrolló en una escala mucho más modesta que en el caso neoyorquino. Pero los antecedentes vienen de mucho más atrás.

Firma de Lord Byron grabada en el Chateau de Chillon, Suiza.

Firma de Lord Byron grabada en el Chateau de Chillon, Suiza.

Ilustración de 1847 que representa al famoso Joseph Kyselak.

Ilustración de 1847 que representa al famoso Joseph Kyselak.

Los antecedentes más claros se remontan a la era romántica. Los románticos tenían la costumbre de grabar sus nombres en los remotos monumentos que visitaban, y parece que algunos personajes de la época destacaban por propagar su identidad más veces y más lejos: no faltan muestras de firmas de Lord Byron grabadas en monumentos de Europa.

Pero el romántico más notable fue sin duda el austrohúngaro Kyselak (1799 – 1831), que propagó su nombre a lo largo y ancho del continente, hasta convertirse en una auténtica leyenda en vida.

Todos estos temas y muchos otros en el seminario de la semana que viene en Madrid. Entender el graffiti: diez horas de clase teórica para analizar el funcionamiento y la evolución del graffiti.