La imagen tomada por el explorador en la cima de la pirámide muestra firmas dejadas por viajeros del siglo XIX.

Hace tres años los conocidos exploradores rusos Makhorov y Raskalov causaron sensación con las fotos de su ascenso a la cumbre de la gran pirámide de Giza, en Egipto. Tal fue el revuelo que Makhorov tuvo que enviar un email a la CNN en el que pedía perdón.

Hace poco, el alemán de dieciocho años Andrej Ciesielski fue sorprendido después de repetir la hazaña. Aunque escalar las pirámides está castigado con hasta tres años de cárcel, el alemán solo recibió una reprimenda verbal por parte de la policía. 

Sin embargo, el gobierno egipcio acaba de comunicar que ha vetado de por vida la entrada de Ciesielski al país. La intención es, probablemente, que las fotos publicadas por el alemán no sirvan de motivación para nuevos exploradores, como sí ocurrió con las de los rusos.