Project Description
Fred Radtke, the Gray Ghost
Javier Abarca, 3 de septiembre de 2008
El norteamericano Fred Radtke, conocido como el Gray Ghost (el fantasma gris) es un activista de cincuenta y un años que ha convertido la lucha contra el graffiti en una misión personal. Por iniciativa propia, sin permiso y pagando sus propios materiales, Radtke patrulla las calles cubriendo todo tipo de inscripciones con sus característicos rectángulos de pintura gris, que le han convertido, paradójicamente, en el artista urbano más activo de su ciudad.
Desde finales de la pasada década, este vecino de Nueva Orleans invierte una incalculable cantidad de energía y tiempo en la eliminación sistemática de firmas, murales y toda manifestación de graffiti ejecutada sin permiso. Utiliza la misma técnica que los servicios municipales: patrulla la zona en coche y cubre sus objetivos con parches cuadrangulares de pintura gris.
Lo que le diferencia de los servicios municipales es su desmedido celo. Radtke cubre a golpe de rodillo incluso pequeñas firmas y pegatinas, obteniendo a menudo resultados mucho más visibles que lo que se cubrió. Usa la pintura gris en toda suerte de superficies, incluso señales de tráfico, llegando al extremo de obliterar el mensaje de la señal.
El caso de Radtke vuelve a hacernos cuestionar la finalidad última del borrado del graffiti, en algún lugar entre el deseo de mantener una uniformidad estética en el entorno y la necesidad de reprimir la capacidad comunicativa del individuo de a pie. Sus actuaciones van claramente más allá de lo que la primera finalidad justificaría. En sus manos el parche gris ya no pretende integrarse en el entorno, se convierte en cambio en un fin en sí mismo: una herramienta publicitaria, equivalente al nombre del escritor de graffiti.
El parche gris es el icono, la seña de identidad, y la campaña de limpieza se ha convertido en una campaña de promoción personal, un juego que alimenta el ego. Una guerra de guerrillas entre los autores de los graffitis y el vengador que los elimina. El juego es similar al que ponen en práctica a diario los escritores de graffiti en su perenne competición interna. Finalmente, Radtke es un otro artista urbano.
Radtke no se limita a atacar el graffiti. También cubre piezas de arte urbano más amables y aceptadas.
Pocos artistas de calle cuentan como él, sin embargo, con la connivencia de la policía local. El Gray Ghost es desde hace años un personaje famoso en Nueva Orleans, y su particular activismo, a pesar de ser efectivamente tan molesto como el graffiti e incluso más peligroso para el público, encuentra defensores.
Los parches de Radtke no se limitan a atacar el graffiti. También cubren piezas de arte urbano más amables y aceptadas, como las pequeñas pinturas sobre tabla que el artista Nola Rising clava en árboles y farolas de la ciudad. La publicidad es también objetivo del Gray Ghost, pero sólo la ilegal, sobre todo los pequeños carteles de plástico que anuncian negocios locales, habituales en las cunetas suburbanas de Estados Unidos. El humilde cartel callejero de papel, la tradicional herramienta de comunicación de la música y la cultura underground, es otra forma de publicidad ilegal víctima de sus ataques. Radtke no arranca los carteles, sino que los pinta de gris.
En su visita a Nueva Orleans para promocionar el estreno de su película, la superestrella mediática Banksy ejecutó un par de murales que hacían referencia al trabajo del Gray Ghost. En su página web afirmaba incluso que el motivo de su viaje a la ciudad ha sido “plantar batalla al Gray Ghost”. Más allá de este incidente, la existencia de Radtke no ha trascendido mucho. Es más notorio su equivalente Joe Connolly, también conocido como La Guerrilla del Graffiti, un activista de Los Ángeles cuyo trabajo es muy parecido. Connolly es otro cruzado antigraffiti convertido en artista urbano monocromático. Comenzó su campaña antes que Radtke, aunque no llega en su celo a los extremos de éste. Ha sido protagonista en los importantes documentales Infamy y Bomb it!. Otros activistas similares son The Silver Buff, activo en Berkeley, el ya retirado Colin Gradon de Ibiza, o, ya en una tónica distinta, el donostiarra bautizado como White Punk.