El grafiti en la historia

El graffiti contemporáneo se presenta a menudo como un fenómeno nuevo, urbano y transgresor. Pero la escritura informal en las paredes es en realidad un hábito humano inmemorial, tan rural como urbano, y su estigmatización es muy reciente. Indagar en la historia del fenómeno depara muchas otras sorpresas interesantes, que son además útiles para entender el graffiti de hoy.

El estudio del grafiti en la historia es todo un campo académico con décadas de trayectoria. Sin embargo, apenas se ha relacionado con la ya pujante comunidad de investigadores del graffiti actual. El primer gran espacio de contacto entre ambos campos ha sido el congreso Tag Conference, dirigido por el profesor Javier Abarca desde 2017.

Esta video-clase se nutre de múltiples fuentes para recorrer la larga historia de la escritura informal en las paredes, y pone en relación su legado con el fenómeno contemporáneo del graffiti. Incluye material exclusivo procedente de las investigaciones del profesor.

Culturas históricas del grafiti

El graffiti contemporáneo es toda una cultura. Y se tiende a pensar que, antes de que surgiera, la escritura informal en las paredes era esporádica y aleatoria. Muy al contrario, la actual es solo una cultura más. Han existido y existen muchas otras tradiciones formadas alrededor de este hábito, algunas de ellas con alcance mundial y siglos de historia.

Entre los tesoros descubiertos en esta video-clase está el impresionante grafiti pastoril de las cumbres de Val di Fiemme, en los Alpes italianos, la antigua y pendenciera tradición de los “vítores” universitarios salmantinos, o el ignorado grafiti portuario que los marineros acostumbraban a escribir en los muelles de todo el mundo.

Los paralelismos entre las culturas históricas y la contemporánea son sorprendentes. El grafiti como lenguaje cifrado de comunicación de una subcultura es tan antiguo, al menos, como los primeros cristianos. Estilizar y sofisticar la escritura hasta dar lugar a toda una cultura visual tampoco es nuevo, como prueba el fascinante grafiti de los “hobos”. Incluso la idea de escribir tu nombre para obtener fama tiene antecedentes tan claros y divertidos como el del viajero romántico Josef Kyselak.

Desmontando mitos y aprendiendo de la historia

La estigmatización del grafiti es una idea reciente. El ejemplo más sorprendente de la normalidad histórica del grafiti está en el arqueólogo renacentista Antonio Bosio, conocido por su exploración pionera de las catacumbas de Roma, y por haber escrito su nombre sobre muchos de los frescos que desvelaba. Y no se trata de una excepción: también las obras de la era renacentista están cubiertas de inscripciones de siglos posteriores.

Sin embargo, en el siglo XX el grafiti ha sido más prominente que nunca, y cabe preguntarse por qué. Esta video-clase responde la pregunta partiendo de una idea de la académica Zsuzsa Varhelyi.

Los restos arqueológicos muestran que el grafiti abundó en la antigua Roma, pero especialmente en la época imperial. Varheli sugiere que esta abundancia fue reflejo de la escritura oficial en edificios y monumentos, también común en esos siglos.

Esto confirmaría la idea, defendida en Urbanario, de que la explosión contemporánea del graffiti es reflejo directo de la invasión publicitaria de las últimas décadas.